Your browser (Internet Explorer 7 or lower) is out of date. It has known security flaws and may not display all features of this and other websites. Learn how to update your browser.

X

5 Buenas prácticas ambientales: beneficios para el medio ambiente y para tu empresa

La introducción de buenas prácticas ambientales en la gestión diaria de tu empresa conlleva beneficios para el medio ambiente… ¡y para tu bolsillo! Así mismo, mejorará tu imagen ante tus clientes, pudiendo generar un aumento de tus ingresos.

Según algunos estudios, la incorporación de medidas de ahorro y eficiencia energética en iluminación, equipos electrónicos y climatización de oficinas puede suponer un ahorro considerable.

Por lo tanto, por qué no comenzar ya?

A continuación, te mostramos una selección de buenas prácticas ambientales de carácter general en el sector de administración, oficinas y consultoría. En cada uno de los campos, se muestran algunos pequeños ejemplos a introducir en la gestión diaria de tu negocio.

Leer más

10 estrategias infalibles para fracasar en la Responsabilidad Social

Para poder fracasar en la gestión de la Responsabilidad Social Empresarial:

  1. pesimista… ¡seguro que todo puede ir a peor!
  2. Evita cualquier forma de hacer que sea nueva o diferente. Tu lema debe ser “Nunca lo hemos hecho de esa forma antes”.
  3. Piensa sólo en el beneficio inmediato. No te ocupes en planificar a medio y largo plazo.
  4. No cuides a tus trabajadores, ni a tus clientes, ni a tus proveedores, ocúpate únicamente de que el balance económico sea positivo.
  5. Piensa en realizar acciones “de cara a la galería”, que la RSE no forme parte, bajo ningún concepto, de la gestión interna de la organización. Entiende la responsabilidad social sólo como una herramienta de marketing.
  6. Comunica a todos tus grupos de interés la firme convicción de que “nosotros nunca cometemos errores”. No hagas caso de lo que decía John Maxwell: “un hombre debe ser lo suficientemente grande como para admitir sus errores, lo suficientemente inteligente como para aprovecharlos y lo suficientemente fuerte para corregirlos.”
  7. Preocúpate de que tus proveedores te suministren los productos sin tener en cuenta criterios de calidad, sociales ni medioambientales. Al fin y al cabo, lo que cuenta es que te lo entreguen a tiempo y con el precio adecuado.
  8. Cree que las organizaciones no tienen ni valores, ni alma, ni esencia por lo que no es necesario gestionarlas con principios éticos.
  9. Piensa que no es necesario informar a tus grupos de interés, de una forma clara y veraz, del qué y el cómo realizáis vuestros productos o servicios, ni de los logros conseguidos. Quién los quiere adquirir lo seguirá haciendo igualmente.
  10. Sigue al pie de la letra las nueve directrices anteriores.

Ser (y no ser) socialmente responsable puede ser más fàcil de lo que parece. Y no os desaniméis, “El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia” (Henry Ford)

¿Se te ocurre alguna contra estrategia para no seguir fracasando y aprovechar todo lo que la responsabilidad social nos puede aportar? Compártela en nuestro grupo especializado en Responsabilidad Social.